Nota: Aunque acostumbro a hacer las reseñas sin Spoilers, esta si contendrá alguno que otro relevante porque si no, no habría manera de explicar este sin dios de libro. Así que si deseas echarle un vistazo primero antes de enterarte de mí explicación, para de leer aquí.
He de decir que esta reseña me ha dado muuuucha pereza hacerla, ya que el libro no hay por dónde cogerlo, pero bueno para eso estamos aquí. Al menos intentaremos echarnos unas risas a su costa, y oye, a lo mejor a vosotros os cae en gracia y os encanta, nunca se sabe. Yo al menos os daré mi punto de vista en las siguientes líneas, así que poneos cómodos que ¡comenzamos!
El argumento de Illuminae sigue una visión futurista centrada en el espacio que, no sé por qué, está muy de moda en estos días. En este mundo ficticio, las personas viven tranquilamente en diferentes planetas, y las naves espaciales están totalmente a la orden del día como si se tratara de un vehículo más de transporte. Para que os hagáis una idea, la construcción del universo me recordó muchísimo al de Star Wars, aunque salvando completamente las distancias, que la mera comparación de ambos trabajos es totalmente ridícula.
Bien, teniendo en cuenta este entramado, pasaré a hablar de los protagonistas. A lo largo del libro vemos como hay diversos personajes, pero la historia se centra en las dos voces que la narran. Kady Grant y Ezra Manson. Dos chicos de instituto, que rompen por circunstancias que de primeras no te dicen, el mismo día en el que el planeta en el que viven llamado Kerenza, es invadido por BeiTech una organización que como ve que el asentamiento de los que están en el planeta recolectando los recursos que da es ilegal, invade la zona para hacerse con el control de los recursos. Para ello, arrasa con todo lo que pilla a su llegada para implantar una dominación total, exterminando a una gran parte de la población con sus actos.
Aquí podemos enterarnos de lo que ocurre gracias a los ex enamorados que sufren lo justito para decir que lo han pasado mal, antes de subirse a las naves que están evacuando el lugar, para largarse de ahí para siempre.
Esas naves que se llevan a una parte de la población hacia un lugar seguro en el que contar lo que los malvadísimos de BeiTech han hecho, son tres: Copernicus, Hypatia, y el Alexander-78V. Y como no, nuestros protagonistas acaban uno en el Hypatia (Kady), y otro en el Alexander (Ezra). Estos son perseguidos, como era de esperar por una nave de BeiTech llamada Lincoln, a través del espacio para que no den cuenta de lo que han hecho, haciendo que todo sea una especie de cuenta atrás constante.
Es en este momento donde empieza a moverse la historia, ya que básicamente el libro está creado como si fuese una recopilación documentos, chats, y demás materiales del estilo, para que tú los vayas leyendo y te vayas dando cuenta de lo que va pasando a través de los archivos.
Esta fue la causa mayor por la que me decidí a leer este libro. Me parecía una idea muy original, además de costosa por parte de los autores, ya que no es lo mismo redactar algo para que el lector siga tu hilo, que soltar expedientes y que el que los reciba vaya atando cabos. Me parecía algo realmente fascinante, así que me intrigó de sobremanera el contenido del libro desde un principio. Sobra decir que me defraudó de sobre manera. Tan fuerte fue mi desilusión, que si no llega a ser porque me dio por leer los agradecimientos y pude ver así, que muchísima gente había tenido cabida en este proyecto de manera voluntaria, aportando datos y demás sobre los temas que predominantes, le hubiera dado tan solo una estrella en goodreads. No dos.
Para no perdernos en mi crítica la hilaré por puntos. El más crítico de todos fue que como ya he dicho, el tema de que el libro estuviera creado por documentos. Este hecho me atraía muchísimo, así que cuando comencé a leer y vi que tan solo eran conversaciones banales sobre lo mucho que se odian/aman/echan de menos, etc. los protagonistas, mientras todo se está yendo al traste, pues como que me cabreó un poco. Además, la mayoría de las páginas SON INUTILES. O están casi en blanco, o te muestran idioteces como dibujos y demás, que no vienen para nada a cuento.
Cabe destacar que antes de hacer esta reseña me puse a leer comentarios de la gente, y puedo decir que concuerdo completamente con el aspecto negativo que más destacan sobre este tema. Este es que cuando estás leyendo y te ponen páginas con una frase que se enrosca (y no te dice absolutamente nada) o cosas del estilo, te frena la lectura, y te la hace mucho más pesada porque no eres capaz de meterte de lleno en la historia.
Luego además está el punto también generalizado de que, a pesar de que es un universo futurista y expandido, parece ser que, no solo son todos humanoides (o al menos eso creo, porque no se dignan en explicarte NADA del universo que lo compone), sino que además los personajes están completamente ESTEREOTIPADOS.
Por su puesto, el protagonista es un tiarrón deportista, chuleras pero totalmente sensiblero con Kady. Ella, sin embargo, es una muchacha la mar de inteligente, que hace una especie de hackeo mágico que puede con todo, y que está muy bien como comodín para la conveniencia argumental, pero que es tan exagerado que dudo si quiera de que algunas cosas de las que hace sean si quiera viables, por muy avanzado que esté el entramado que la rodea (hecho contrastado por informáticos). Y de verdad, que el tema de que el tío que más sabe de ordenadores sea un hombre asiático, friki, gordo (que se mofan de ello en varias ocasiones, dejando entrever una ranciedad sobre el canon de belleza establecido que ya debería de estar superado en pleno siglo XXI), con acné, y poco aseado, ya está muy pasado de moda. Sobre todo en una clase de mundo tan abierto como este.
Bueno, después de tanto machaque sobre el entramado que forma el universo del libro en sí, volveré con el argumento para no irme demasiado por las ramas, y hacer esta explicación más larga de lo necesario.
A medida que vas pasando páginas y te vas enterando de las cosas, ves que básicamente los autores cogieron el argumento de yo robot, 2001 odisea en el espacio, y demás películas del estilo que seguramente se me hayan pasado, y le han puesto un amorío adolescente que está presente por todos los lados, ya sea en los protagonistas, o en el resto de personajes, que en vez de pensar en ellos mismos en los momentos duros, están haciendo referencia a los dos tortolitos del momento (En serio, hasta en las muertes se acordaban de ellos. Era totalmente surrealista). Esta extraña mezcla es de lo que se compone este libro de casi 600 páginas, de las que realmente válidas deben de ser unas 400 tirando por lo alto.
Para que os hagáis una idea de lo liada que está la trama con esa clase de ramificaciones completamente inconexas que tiene, tan solo tenemos que seguir con el argumento del libro. En él, ya avanzada la huida de las tres naves que intentan escapar del Lincoln que las sigue pisándole los talones, junto con los enamorados mandándose mensajes de amor todo el día, sucede algo completamente fuera de lugar. En el Copernicus se desata un virus que actúa como una plaga a lo the walking dead (mirad, ha aparecido otra referencia, ya os decía yo que había más) que hace que la gente se convierta en una especie de zombie que intenta matarte sin motivo alguno. Así que la inteligencia artificial del Alexander, que por cierto, tiene una moralidad de la hostia, (no sé por qué iba a interesar que una nave de esas características tuviese una IA así pero oye, ahí está), la lía pardisima ya que, al ver lo que ocurre en el Copernicus, decide que por seguridad es mejor destruir la nave, así que saca sus mega misiles potentes y ¡PUM! Copernicus pasa a mejor vida (con Will Smith al frente de la faena esto no hubiera pasado). Al ver lo que ha ocurrido, el Alexander se lo intenta tapar al Hypatia diciendo que fue BeiTech el que tumbó la nave, pero llega nuestra Hackerwoman y lo destapa en un minutín tecleando cuatro cosas.
Podría parecer que esto ya es demasiado lío con tanta historia por separado, pero os aseguro que el drama no acaba aquí ya que, algunos de la tripulación del Copernicus lograron huir, y se fueron para el Alexander que ya había apagado su IA (¿y la nave sigue funcionando si ella era quien lo llevaba todo?) porque uy-lo-que-ha-hecho-fijo-que-está-rota-mejor-la-apagamos-y-aquí-paz-y-después-gloria, y se llevaron un disgusto enorme porque ¡sorpresa! también los infectan a ellos.
La IA de la nave empieza a hacer cosas raras, se enciende otra vez y, al ver lo que hay en sus entrañas, y que el Lincoln sigue acercándose para matarlos a todos, se le ocurre que si engaña a Hackerwoman haciéndose pasar por su novio (como no) para que vaya a buscarlo, fijo que le ayuda con todo lo que ocurre a su alrededor, ya que la gente está a hachazo limpio intentando destruirla mientras que los infectados van a por ellos (claro hombre, líate a hachazos con la nave que te transporta, verás lo bien que sale todo).
Para resumir todo este sin dios, diremos que Kady va, se entera de lo que hay ya en estando en el Alexander, y se pone a ayudar altruistamente a la IA sabiendo que va a morir. Hasta aquí os cuento que sino ya hasta el final. Solo diré que, como este libro es tan “realista”, a la mujer le pasa de todo lo malo de lo que es imposible salir con vida, como que te estalle una bomba nuclear en tu zona, pero no os preocupéis que le dan para ello una inyección y como nueva oye, preparada para seguir dando guerra en un segundo libro el cual yo, esta vez sí que sí, no pienso tocar ni con un palo.
En fin, esto ha sido todo por hoy, espero que os haya divertido mi cruda opinión sobre el libro, y si a vosotros os ha gustado, o deseáis darle una oportunidad igualmente, me alegro soberanamente por ello. Un libro nunca está de más si ha conseguido conmover a alguien. Esa es mi opinión.
Nos vemos con Frankenstein de Mary Shelley en la siguiente entrega, hasta entonces sed buenos y leed mucho.
Se despide de vosotros.
La bibliotecaria de Dunwich
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