¡Hola de nuevo! Ya estoy
aquí para desmenuzaros otra de mis lecturas de este año. Esta vez se trata de
la novela gráfica Maus, de Art Spiegelman. A la que le he dado 5 estrellazas en
mi perfil de Goodreads. Ahora os explicaré el porqué de esta nota tan alta, ya
que sin más dilación ¡comenzamos con la reseña!
Como acabo de comentar,
Maus es una novela gráfica ganadora del premio Pulitzer, donde se explica el
testimonio personal de uno de los supervivientes de los campos de concentración
a mano de su hijo Art Spiegelman (o Artie como lo llaman cariñosamente los
suyos), que es el propio dibujante dentro y fuera de la obra, el cual se
encarga de entrevistar a su padre sobre el asunto de su pasado para crear un
relato en donde se plasme todas sus vivencias de una forma más visual.
Esta trama tiene como
originalidad el que, a pesar de estar dibujada de una manera muy realista, los
personajes que se exponen en ella están representados metafóricamente mediante
gatos (que representan a los nazis), y ratones (que son como era de esperar,
los judíos).
A pesar de que estos son
los más representativos, si nos fijamos también podemos ver como otros
ciudadanos de diferentes países también son caracterizados con otro tipo de
animales, como por ejemplo los polacos son expuestos con la imagen del cerdo, o
los americanos con unos perritos nada amenazantes. También cabe destacar a
colación de esto, que durante la novela también conocemos a niños de padres
alemanes y judíos, por lo que se muestran como ratoncitos del pelo rallado, muy
monos en mi opinión.
Al ver estas descripciones
uno puede llegar a pensar que con esta animalización de los personajes veremos
la historia de una manera amena al sentirnos externos al conflicto, como ocurre
en otros trabajos del estilo, como es por ejemplo la película infantil Fievel y
el nuevo mundo* que comparte la misma metáfora de la que estamos hablando (os
dejo el enlace de su canción más conocida por si no sabéis de que estoy
hablando No hay gatos en America). Pero nada más lejos de la realidad. Si hay algo que caracteriza a
Maus es ese enfoque tan representativo del drama que representa, y que nos hace
caer de lleno en su enfoque con sus viñetas, sin tener en cuenta la fisionomía
de los personajes que la caracterizan.
Una vez aclarado esto,
pasaré a hablar del argumento. Maus estaba dividida en un principio en dos
partes que ahora con la edición más modernizada se han unido en un solo tomo.
Estas dos piezas simplemente se complementan siguiendo un orden cronológico sin
alternaciones, tan solo separadas por un acontecimiento que no voy a revelar
para no realizar ningún spoiler. Como estas avanzan a través de los años sin
ningún percance, lo que voy a hacer es hablaros en conjunto de ellas, aunque si
voy a diferenciar entre las dos historias que se muestran en la novela para
analizarla más al detalle.
Me explicaré. Durante toda
la obra podemos seguir 2 partes diferenciadas. Una se sitúa en el “presente” es
decir, cuando Art es un dibujante y quiere plasmar el relato de su padre de
forma gráfica. Y la otra está ambientada en la segunda guerra mundial, donde su
progenitor Vladek Spiegelman, intenta sobrevivir junto a su familia a los
horrores de la persecución y el exterminio.
En la primera podemos ver
como el haber vivido una vida radicalmente distinta a la de sus familiares,
hace que Art no congenie mucho con Vladek, haciendo que a veces se frustre
con sus acciones o sus palabras. Durante el desarrollo de la trama pinta a su
padre como un hombre mayor tacaño con alguna que otra manía que lo hastía, pero
aunque es expuesto de esta manera, el autor intenta contrarrestar la sombra de
este personaje, con la mancha que ronda al del propio Art, mostrando su propio
enfado a cosas que atormentan su mente al no comprender del todo el
comportamiento de su mundo familiar por haber nacido en época de paz.
Él mismo asegura en alguna
que otra ocasión que no están muy unidos debido a esas diferencias. Pero a
pesar de esto, se puede ver una relación normal entre ellos dos, donde Art
aunque le cueste, está a su manera al lado de su padre en todo momento.
Respecto a la parte del
holocausto la historia se vuelve completamente personal. En este caso el
protagonista es Vladek que mientras relata sus vivencias, Art nos las va
mostrando a modo de viñetas para exponerlas de una manera más visual. Como ya
he dicho antes esta sigue un orden cronológico, así que podemos ver los cambios
que van llevando al protagonista desde su vida cotidiana de antes de la guerra,
a ser uno de los supervivientes que quedaron en pie después de ella.
Durante la trama, podemos
observar como el ingenio, los engaños, la desesperación, y la perdida, se van
abriendo camino a través del devenir de los acontecimientos, siendo algunas
partes especialmente angustiosas para el lector.
Tengo que decir que si hay
algo que me ha gustado de este relato a nivel secundario, es que te fueran
explicando también que pasó al final con aquellos personajes con los que Vladek
iba interactuando a lo largo de la guerra, haciéndonos ver no solo el drama del
protagonista, sino también de aquellos que le rodeaban directa o
indirectamente, para poder ser capaces de captar todo el horror que se vivió en
aquella época a través de los trazos duros de los dibujos del autor
En definitiva, creo que todo este cúmulo de
realidades hace de Maus un libro único que merece
la pena leer, seas fanático o no de esta clase de
novelas gráficas, para poder apreciar todos los
sentimientos que intenta trasmitirnos Art
Spiegelman sobre esta increíble historia a través de sus
bocetos.
Se despide hasta la
próxima.
La bibliotecaria de
Dunwich
* “Fievel y el nuevo
mundo” es el título que se le dio a la película en España. El original es “An
American tail”, o “Un cuento americano” como lo rotularon en Hispanoamérica.
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